Bienvenidos al blog de Gilda.



Desde él, su nueva familia, queremos compartir sus fotos y buenos momentos con todos los que os interesaís por ella, y especialmente, con los que la habeís conocido en sus peores momentos.



Nuestro especial agradecimiento a Talía por salvarla de una muerte segura, y a Joseba y Karmele por luchar para sacarla adelante. Vuestro esfuerzo estará siempre presente.



viernes, 27 de agosto de 2010

Gilda ya lleva con nosotros cuatro meses, aunque me han parecido muchos más, de paseos y ratos de reflexión observándola. En este tiempo he podido darme cuenta de lo poco que sabía de perros frente a lo que yo pensaba, algo por desgracia muy generalizado.
Dicen que el galgo es un perro muy especial, y no es una forma de hablar. También dicen que el caracter de los perros es el reflejo del caracter de su dueño (..., o su amo. Son definiciones que nunca me han gustado). Siento no estar de acuerdo, de hecho sus primeros dueños son unos malnacidos (Perdon por la expresión) y en el caracter de estos perros esta muy lejos el guardarles el rencor que se merecen. Incluso van mas allá, dando la vuelta a la tortilla, y haciendo que nosotros nos sintamos igual de especiales cuando compartimos nuestros momentos con ellos.
No se parecen a ninguna de todas las razas que podemos ver por la calle, y esto tiene su parte buena y otra no tan buena. No son de tamaño llavero ni para llevarlos en brazos, Gilda al menos pasa de pelotitas, son tranquilos y relativamente obedientes, y hasta ahí todo bien, pero los galgos tienen sus instintos muy desarrollados, estan a flor de piel, y todas las basuras, olores, excrementos (Muchos de ellos no son de perros, al menos de cuatro patas), ruidos, coches, etc., hacen que por su bien no podamos dejarlos sueltos jugando como los demás perros, salvo en sitios muy contados y controlados, pero siempre vigilantes, porque cuando por fin puedes verlos correr (Que gozada) se dispara su adrenalina, ves que son felices corriendo, pero se evaden tanto que sin darse cuenta se alejan y van al encuentro de esos omnipresentes peligros.
Con todo Gilda está integrada, de hecho cuando paseamos los cuatro parece que va contándonos, sin embargo no deja de ser un animal con una memoria más o menos larga en el tiempo de una vida de la que apenas sabemos gran cosa, por lo que siempre estará ahí ese componente que te obliga a ir con cuidado, lastima que no podamos darles más libertad.
Aún asi, Gilda es la elección más meditada y acertada que entre todos hemos hecho en esta casa.

Lázaro