Bienvenidos al blog de Gilda.



Desde él, su nueva familia, queremos compartir sus fotos y buenos momentos con todos los que os interesaís por ella, y especialmente, con los que la habeís conocido en sus peores momentos.



Nuestro especial agradecimiento a Talía por salvarla de una muerte segura, y a Joseba y Karmele por luchar para sacarla adelante. Vuestro esfuerzo estará siempre presente.



sábado, 12 de junio de 2010

Carmen habla de Gilda


Junio 2, 2010 por Natalia 2 comentarios


Carmen nos manda estas hermosas palabras acerca de la experiencia de su familia al adoptar a Gilda, la abuelita de Galgo Leku:


“Lo cierto es que los tres estamos encantados de haber adoptado a Gilda. Es un cielo de perra. Cuando vuelvo a casa y ella está sola, me la encuentro esperando junto a la puerta y se acerca a saludarme. La verdad es que es estupenda. No da problemas y lo único que quiere son caricias. Adoro la forma en que pone mi mano sobre su cabeza con ese hocico tan húmedo que tiene.
Y es que nos enamoramos de ella el primer día que vino a casa. No quisimos conocer a más perros. No quisimos pensar en otras opciones. La queríamos a ella, era la que nos había llegado al corazón.
Me hace gracia cuando mi padre, que es un poco más duro de pelar, se agacha y le habla al oído. Es enternecedor. Es muy serio pero, como todos, él también tiene su corazoncito.
Además, Gilda es perfecta para terapia. Mi madre tiene miedo a los perros, pero ahora está más segura de si misma. La primera vez que llevó a Gilda de paseo, volvió a casa muy orgullosa de si misma. Es una perra que se hace querer, da igual lo que hagas, no puedes evitar quererla, sobre todo cuando te mira con esos ojillos tan tiernos. Estamos encantados con ella.
El miércoles pasado la llevaron al veterinario, y la verdad es que se le echaba de menos. Yo no podía evitar mirar hacia su sitio cada vez que pasaba junto a la sala. El jueves de esa misma semana fuimos a buscarla los tres juntos. No pude evitar abrazarla. Por fin volvía a casa. Me puse contentísima cuando vi que volvía a tener los pantalones llenos de pelos suyos. Los tres estábamos muy contentos.
No podíamos haber elegido mejor. Mi madre tiene más seguridad, mi padre se siente a gusto con Gilda, yo me estoy volviendo más responsable y ella va a pasar el resto de su vida rodeada de amor y cariño. No podía ser mejor. Somos todos muy felices.”


Carmen