Bienvenidos al blog de Gilda.



Desde él, su nueva familia, queremos compartir sus fotos y buenos momentos con todos los que os interesaís por ella, y especialmente, con los que la habeís conocido en sus peores momentos.



Nuestro especial agradecimiento a Talía por salvarla de una muerte segura, y a Joseba y Karmele por luchar para sacarla adelante. Vuestro esfuerzo estará siempre presente.



martes, 19 de octubre de 2010

Lázaro habla de Gilda

Nagore de Galgoleku me pidió que escribiera "unas palabritas ...", contando nuestra experiencia como adoptantes para publicarlo en la web. Aprovechando que Gilda llevaba ya seis meses en casa me parecío una buena ocasión, y le envie un comentario que me he tomado la libertad de copiar a este blog.
“Me parece importante explicar como llegamos a adoptar a Gilda, ya que adoptar un galgo no fue algo premeditado, y quizá sea la razón de que hayamos cuadrado tan bien.
Siempre condicionamos el tener perro a vivir en un entorno rural, no por una cuestión de espacio sino por entender que la ciudad no esta preparada para los animales en demasiados aspectos, pero ya que no íbamos a cambiar de casa por ahora, empezamos a contemplar que sin embargo era un buen momento para no renunciar al perro. Lo único que teníamos claro es que no queríamos comprar un cachorro, una mascota no es una propiedad y hay perros de sobra para adoptar muy faltos de afecto, por lo que nos planteamos el recogerlo de alguna perrera o albergue, con la incertidumbre de que no sabíamos con que raza saldríamos de allí, si es que tenía raza definida, y que desconoces el carácter del animal.
Fue una casualidad que pasáramos por delante del stand de Galgoleku en el Arenal, y a partir de ahí empezamos a acudir a los paseos, sorprendiendo a algunos el que Carmen fuera tan a gusto a pasear perros de otros sin intención de adoptar o acoger. Lo cierto es que Carmen desconocía que estábamos considerando la idea de adoptar un galgo, y un poco informalmente comenzamos a tomar contacto.
Cuando el equipo Galgoleku vino a casa con Gilda, quedo claro que era ideal para esta familia, tanto Carmen como Nelly (que, aunque nadie lo diría, tenia pánico a los perros) se encariñaron con ella, en cuanto a mi, me protejo mucho al principio y no muestro mis sentimientos, pero me encantó Gilda.
Y por fin, llego el momento de la verdad, de sentimientos encontrados y decisiones importantes. Adoptar a un animal desahuciado y darle una nueva oportunidad de vivir esta muy bien, te sientes vivo, importante, distinto, útil, hasta humano, pero en realidad tú no importas, o no debes, vas a cambiar la vida de un ser vivo y alterar las costumbres de tu casa, debes pensarlo bien y ser consecuente con la decisión que vas a tomar. Normalmente los galgos en adopción no son cachorros, y como en el caso de Gilda tampoco es normal que sean tan mayores, aunque nadie lo diría viéndola correr y saltar, y tengo que reconocer que cuando llego a casa me quede un poco “Plafff”. Me explico, yo siempre había idealizado el tener perro educándolo y enseñándole un motón de cosas desde cachorro y con paciencia, pero Gilda es una perra adulta con todo lo bueno y, no nos engañemos, también lo malo. De hecho lo bueno es innumerable, desde no tener que limpiar los excrementos de un cachorro, hasta su actitud frente una situación de cambio como la de pasar de vivir en el campo encerrada con otros perros, contentándose mas tarde con sobrevivir, a convivir con personas en un piso en la ciudad (Lo que daría por saber lo que piensa), así que estoy muy contento de como a llegado a nosotros, y debo elogiar y agradecer el trabajo de todo el equipo Galgoleku y las familias de acogida, en ocasiones muy duro, como me consta que lo ha sido para Karmele y Joseba cuando la han curado en casa, le han devuelto la confianza en que aún puede confiar, y le han educado hasta el punto de que solo nos quedo amoldar esa educación a nuestro entorno y forma de vida.
Desgraciadamente su edad también conlleva saber que su salud no es ya la de un animal de tres años, o que vamos a disfrutar menos tiempo de su compañía y nos hará polvo, cosas que en su día valoramos y aceptamos, y que están de sobra compensadas con una simple mirada. Es muy difícil expresar con palabras lo que Gilda a aportado a esta familia en aspectos que sorprenderían, lo que si tenemos claro es que ha sido la mejor elección que hemos podido hacer. "

Lázaro

viernes, 27 de agosto de 2010

Gilda ya lleva con nosotros cuatro meses, aunque me han parecido muchos más, de paseos y ratos de reflexión observándola. En este tiempo he podido darme cuenta de lo poco que sabía de perros frente a lo que yo pensaba, algo por desgracia muy generalizado.
Dicen que el galgo es un perro muy especial, y no es una forma de hablar. También dicen que el caracter de los perros es el reflejo del caracter de su dueño (..., o su amo. Son definiciones que nunca me han gustado). Siento no estar de acuerdo, de hecho sus primeros dueños son unos malnacidos (Perdon por la expresión) y en el caracter de estos perros esta muy lejos el guardarles el rencor que se merecen. Incluso van mas allá, dando la vuelta a la tortilla, y haciendo que nosotros nos sintamos igual de especiales cuando compartimos nuestros momentos con ellos.
No se parecen a ninguna de todas las razas que podemos ver por la calle, y esto tiene su parte buena y otra no tan buena. No son de tamaño llavero ni para llevarlos en brazos, Gilda al menos pasa de pelotitas, son tranquilos y relativamente obedientes, y hasta ahí todo bien, pero los galgos tienen sus instintos muy desarrollados, estan a flor de piel, y todas las basuras, olores, excrementos (Muchos de ellos no son de perros, al menos de cuatro patas), ruidos, coches, etc., hacen que por su bien no podamos dejarlos sueltos jugando como los demás perros, salvo en sitios muy contados y controlados, pero siempre vigilantes, porque cuando por fin puedes verlos correr (Que gozada) se dispara su adrenalina, ves que son felices corriendo, pero se evaden tanto que sin darse cuenta se alejan y van al encuentro de esos omnipresentes peligros.
Con todo Gilda está integrada, de hecho cuando paseamos los cuatro parece que va contándonos, sin embargo no deja de ser un animal con una memoria más o menos larga en el tiempo de una vida de la que apenas sabemos gran cosa, por lo que siempre estará ahí ese componente que te obliga a ir con cuidado, lastima que no podamos darles más libertad.
Aún asi, Gilda es la elección más meditada y acertada que entre todos hemos hecho en esta casa.

Lázaro

domingo, 20 de junio de 2010

Saliendo al paso del comentario de Carmen, esta claro que yo como la mayoría, también tengo mi corazoncito, simplemente lo protejo mucho, a veces quizá demasiado, pero Gilda me lo pone realmente fácil.

A la nobleza propia de su raza se une la que le confiere su edad, media vida de experiencias que han moldeado su carácter, convirtiendo lo que a priori consideraría un handicap en algo que no quiero perderme.
Gilda es la terapia perfecta, no solo para Carmen que esta descubriendo la responsabilidad de una mascota, o para Elena, que ha ganado confianza frente a los perros, sino para cualquiera que quiera emplear un poco de su ajetreado tiempo en observarla.
Obligada a vivir en una sociedad con demasiadas normas incomprensibles, ella te obliga con su básica lógica y sin esfuerzo a desconectar y ponerte a su nivel para entender porque hace lo que hace, lo que necesita ...
Me temo que lo que iba a ser una voluntaria explicación de la sorpresa de mi hija se ha convertido en una lista de virtudes de Gilda, y lo único que puedo decir en mi descargo es, que la culpa es de Gilda, a ella se lo debo, y por mi condición "humana" nunca podre demostrarle como merece mi agradecimiento por todo lo que esta haciendo por mi familia, de la que ya forma parte.
Lázaro

sábado, 12 de junio de 2010

Carmen habla de Gilda


Junio 2, 2010 por Natalia 2 comentarios


Carmen nos manda estas hermosas palabras acerca de la experiencia de su familia al adoptar a Gilda, la abuelita de Galgo Leku:


“Lo cierto es que los tres estamos encantados de haber adoptado a Gilda. Es un cielo de perra. Cuando vuelvo a casa y ella está sola, me la encuentro esperando junto a la puerta y se acerca a saludarme. La verdad es que es estupenda. No da problemas y lo único que quiere son caricias. Adoro la forma en que pone mi mano sobre su cabeza con ese hocico tan húmedo que tiene.
Y es que nos enamoramos de ella el primer día que vino a casa. No quisimos conocer a más perros. No quisimos pensar en otras opciones. La queríamos a ella, era la que nos había llegado al corazón.
Me hace gracia cuando mi padre, que es un poco más duro de pelar, se agacha y le habla al oído. Es enternecedor. Es muy serio pero, como todos, él también tiene su corazoncito.
Además, Gilda es perfecta para terapia. Mi madre tiene miedo a los perros, pero ahora está más segura de si misma. La primera vez que llevó a Gilda de paseo, volvió a casa muy orgullosa de si misma. Es una perra que se hace querer, da igual lo que hagas, no puedes evitar quererla, sobre todo cuando te mira con esos ojillos tan tiernos. Estamos encantados con ella.
El miércoles pasado la llevaron al veterinario, y la verdad es que se le echaba de menos. Yo no podía evitar mirar hacia su sitio cada vez que pasaba junto a la sala. El jueves de esa misma semana fuimos a buscarla los tres juntos. No pude evitar abrazarla. Por fin volvía a casa. Me puse contentísima cuando vi que volvía a tener los pantalones llenos de pelos suyos. Los tres estábamos muy contentos.
No podíamos haber elegido mejor. Mi madre tiene más seguridad, mi padre se siente a gusto con Gilda, yo me estoy volviendo más responsable y ella va a pasar el resto de su vida rodeada de amor y cariño. No podía ser mejor. Somos todos muy felices.”


Carmen

sábado, 22 de mayo de 2010

Feria de Derio



El Domingo 16 de mayo estuvimos con Galgoleku en la XV Feria de Alimentación y Artesanía de Derio.








Carmen, como siempre en primera fila, estaba impaciente por acudir y colaborar, y como podéis ver lo hizo.



Gilda ya se encuentra bien

Tras un desagradable encuentro con los resistentes Vermes que le han supuesto 5 días de pastillas, combinado con una comida extra no apta ya para su organismo de 8 años, que le han generado problemas de estómago y diarrea, se encuentra por fín limpia y recuperada, y vuelve a tener ganas de levantar la cabeza con alegría.
Gracias a todos por vuestro interés.

domingo, 2 de mayo de 2010




Por fin hemos podido soltarla en un lugar cerrado,
!! Que carreras ¡¡,
lastima que hubiera comida cerca